El comercio minorista en el mundo y, particularmente en España, ha demostrado una resistencia frente a la adversidad admirable, frente a los desafíos planteados por la pandemia de COVID-19 y la inflación actual. Hoy os contamos, con datos, cómo está siendo la resiliencia en el Retail español en los últimos años.
El Retail tras el Covid19
Durante la pandemia, el sector minorista se adaptó rápidamente a los canales de venta en línea, lo que ayudó a mitigar el impacto económico inicial producido por el cierre total de los comercios no destinados a alimentación esenciales.
Por otra parte, el cierre de las fronteras y el tráfico nacional e internacional de pasajeros llevó a muchos Retailers, dependientes del turismo (el 14,3% del PIB de España se sustenta en este sector), a echar el cierre y sufrir unos malos resultados. Por si fuera poco, las características del Retail español, con un 47% de pymes, hicieron que la adaptación a las nuevas circunstancias de pandemia fuera más difícil y con menos recursos que para los grandes retailers.
A lo largo del 2020 y 2021, el Retail tuvo que adaptarse en tiempo récord; creó nuevos canales de distribución omnicanal, adaptó los puntos de venta a la situación de emergencia sanitaria, y tuvo que desarrollar una nueva estrategia de ventas online, que para muchos, pilló por sorpresa.
Fuente: España post COVID-19: de la resiliencia a la reinvención. McKinsey
Las medidas del gobierno, con la aplicación de los ERTE, la reducción de impuestos, o la mayor liquidez de los bancos permitió aumentar el crédito de las empresas, si bien progresivamente ha sido el consumo interno el que ha ido rebajando las malas previsiones de la demanda. Las ayudas a los comercios, sobre todo enfocadas a la digitalización de los comercios, permitió esta adaptación a la nueva coyuntura en tiempo récord.
El comportamiento del consumidor también se reconfiguró; además de aumentar exponencialmente el consumo retail por el canal online, ciertos sectores sufrieron más las consecuencias, como la moda, que redujo un 51% la demanda, o el sector hotelero y ocio, que se redujo un 75%. En cuanto a los medios de pago, los consumidores prefieren ahora el pago contactless y la posibilidad de compra multicanal, ante la inseguridad de las tiendas físicas por la crisis sanitaria.
No sería hasta 2022 cuando el Retail empezó a dar signos de recuperación, gracias a la neutralización de la pandemia y la vuelta progresiva del consumo nacional y el turismo a nuestro país.
El Retail en España en 2022
Según, Retail Intelligence TC Group Solutions los resultado del 2022 muestran una recuperación del 17% respecto al año anterior. Aún lejos de los niveles de pandemia (que llegamos a inicios del 2023), pero con signos de recuperación. Además, el aumento del tráfico peatonal (12,1%) con la desescalada de la pandemia permitió a las tiendas físicas retomar su estrategia de venta física frente al auge previo del canal online, que si bien se mantiene en niveles elevados, no alcanza los niveles durante el confinamiento.
Sin embargo, algo sí ha cambiado en el comportamiento del consumidor; a pesar de agradarle la posibilidad de realizar las compras de manera omnicanal, la mayoría prefiere volver a una tienda física, y espera recibir un trato personalizado que marque la diferencia, y haga del proceso de elección y compra de un producto una auténtica experiencia. Además, la mayor importancia que los clientes dan a la sostenibilidad y al medio ambiente, ha llevado a las empresas a reorientar sus acciones en este sentido, algo que los consumidores valoran.
Resiliencia en el Retail frente a la inflación
Cuando los nuevos datos de crecimiento parecían dar un respiro a los minoristas en 2022, un nuevo desafío de resiliencia en el Retail tuvo lugar: la inflación.
La guerra de Ucrania y los problemas en las cadenas de suministros han afectado a todo el planeta, principalmente por sus efectos en los hidrocarburos y el sector alimentario. Ello, junto a la adversidad en el clima de los últimos años que ha llevado a malas cosechas, ha puesto frente a las cuerdas al Retail español, y al sector alimenticio en particular, elevando los precios de estos productos, y en consecuencia, de todos los demás.
Esto ha llevado a una deceleración de las previsiones de consumo, que empezaban a consolidarse tras los efectos de la pandemia, llevando a los Retailers a tomar medidas como la reducción de sus márgenes por un lado, o la aplicación de promociones y otras medidas para incitar el consumo entre sus clientes. Este reajuste en los precios ha llevado a los retailers a medir al detalle cada operación de cara a optimizar los procesos y evitar el aumento de costes para repercutir lo mínimo posible a la demanda.
La inflación alimentaria del 16,6% a inicios de 2023, ha llevado al comercio minorista a reducir sus márgenes empresariales en los últimos dos años. Los comercios han reforzado la colaboración y el diálogo en la cadena agroalimentaria para ser más eficientes y asumir parte del incremento de los costes. En cuanto a los cambios en los hábitos de compra de los consumidores, la inflación ha llevado a un fenómeno llamado “downtrading“, en el que los consumidores buscan productos más baratos y comparan precios entre distintas marcas antes de elegir una.
Todo ello ha contribuido a una ralentización del consumo, con unas expectativas pesimistas frente a las previsiones anteriores. Cerca de un 72% de los consumidores creen que la situación va a empeorar y que los precios seguirán al alza.
Frente a ello, el gobierno tomó medidas en el asunto, con la reducción del IVA en algunos productos básicos de la cesta de la compra, y el control de los precios de los hidrocarburos con la llamada “excepción ibérica”, medidas que, lentamente, parecen surtir efecto en paliar los efectos de la inflación.
Como resumen de este 2023, el Retail resiste y se mantiene, aunque marcado por la incertidumbre y la desaceleración económica, lo que tendrá amplio impacto en la confianza, el consumo y la distribución. Los consumidores reducirán las compras que consideran más innecesarias y se orientarán por el precio por encima de otros factores. Las empresas del sector retail deberán adaptarse a este entorno, donde el principal reto será la protección de rentabilidad en un entorno macroeconómico desfavorable y la apuesta por generar confianza a través de todos sus canales de venta, aumentando la oferta de productos y servicios en los que se perciban atributos diferenciales o en la experiencia de compra.
Estos últimos cuatro años no han sido fácil para un sector muy castigado, que ocupa buena parte del sector servicios de España, y que ha dejado atrás miles de pymes por el camino. Pero la experiencia de estos años hace tener un halo de esperanza: el Retail se adaptó en tiempo récord al covid primero, y al aumento de costes después, y desde Analyticalways estamos seguros que este reto será superado por el Retail español, gracias a la resiliencia y capacidad de adaptación que cientos y miles de Retailers han llevado a cabo.